Una pasarela mejorará el recorrido por el conjunto monumental y sin dañar las ruinas de la casa VII. La intervención prevé instalar paneles y vitrinas con información de los restos arqueológicos encontrados en esta parte de la fortaleza.
La última intervención para la puesta en valor del conjunto que forman la sinagoga y los restos de la denominada casa VII de lo que fue el barrio judío en el castillo va a consistir en la musealización del espacio que rodea dicha vivienda.
Junto al edificio propiamente religioso, ha quedado englobado dentro de una construcción de acero corten adosada a la edificación del Parador de Turismo, que libra a estos hallazgos de las inclemencias del tiempo y garantiza su conservación.
El proyecto que se va a llevar a cabo fue encargado al arquitecto Francisco Jurado, el mismo que ya realizó la restauración de la torre del Espolón y las murallas de la fortaleza dañadas por los terremotos de 2011, así como la recuperación de la propia sinagoga para posibilitar su visita. Ahora se trata de completar el conjunto con una musealización definitiva del espacio ocupado por la casa VII, en donde se conservan los únicos restos de edificaciones del barrio judío que se encontraba en la zona sobre la que se construyó el Parador.
La solución propuesta por Jurado incluye la construcción de una pasarela, mediante estructura metálica y suelo de madera, directamente apoyada en las ruinas de la casa.
El recinto que alberga los restos de la casa VII se caracteriza por tener una cubierta aterrazada que busca la ventilación e iluminación natural del espacio. Los huecos de fachada al exterior están cubiertos por trámex, sin vidrios, un sistema que sustituye a las rejillas de acero galvanizado utilizadas normalmente. Carecen de mantenimiento y son resistentes a la corrosión, preservando el buen estado de las instalaciones. Con esa solución se buscó cubrir los restos sin cerrarlos, ya que al tratarse de ruinas el grado de humedad es alto, por lo que se recomienda que exista una buena ventilación para la conservación de los mismos.
Las vitrinas proyectadas para la musealización permitirán mantener la ventilación existente a través de las ventanas y evitar la entrada de agua por el efecto combinado de lluvia y viento. A su vez, al estar compuestas por carpintería metálica y vidrio, posibilitan la entrada de iluminación natural. Chapa ondulada Junto a la entrada al recinto cubierto, y separándola del espacio expositivo, se ubicará una caja cerrada forrada de chapa ondulada para que no desentone del resto de los elementos existentes.
Contará con un aseo accesible y un pequeño almacén. Tal y como quedó diseñado el conjunto que engloba a la sinagoga y la casa VII la contemplación de los restos de esta última es posible desde el comedor principal del Parador a través de unos grandes ventanales.
El proyecto, con un presupuesto inicial de 260.993 euros, plantea la necesidad de aplicar tratamiento a las humedades aparecidas a consecuencia de las lluvias, con una previa investigación durante la ejecución, para descubrir si las causas de las mismas se deben a fugas o a escorrentías de agua que hayan traspasado muros o suelo a través de las juntas.
Es necesario también dotar de adecuada iluminación todo el conjunto por medio de líneas de led colocadas tras los vidrios verticales en las partes bajas y con focos led ubicados en las zonas altas, al mismo tiempo que se mejora la evacuación y protección contra incendios del recinto. Fuente: la Verdad.